El cortejo de las fregatas
Preciosas islas llenas de especies únicas
Cada isla del archipiélago de las Galápagos posee sus habitantes especiales. Por eso, no importa qué isla visite, siempre hay mucho que ver. La simpática tortuga de las Galápagos, un ejemplar gigante que pesa hasta 250 kilos, posará pacientemente para una foto. Los pequeños pingüinos que habitan estas islas son las aves de este tipo que más al norte viven en el mundo. Es un caso muy señalado porque estos animales viven en climas mucho más fríos. En la blanca playa de Bahía Tortuga puede practicar esnórquel con ellos. Y, aunque en cualquier lugar del mundo pueden divisarse cormoranes, los ejemplares de aquí tienen las alas demasiado pequeñas para volar. De modo que solo se balancean torpemente en el suelo. Levante la vista para divisar las grandes fregatas. Tienen una envergadura de 2 metros y los machos hinchan su pecho rojo, como si fuera un enorme balón, para seducir a las hembras. El ritual de apareamiento del piquero de patas azules también resulta muy entretenido. El macho sacude la cabeza de manera arrogante y marcha sobre sus gruesas patas azules. ¿Imita la hembra su comportamiento? Si lo hace, entonces es que ha conseguido lo que buscaba.
Una región volcánica con depredadores
Las Islas Galápagos constan de 19 islas volcánicas grandes y 40 pequeñas. Están situadas a 1.000 km de la costa de Sudamérica. A diferencia de la mayoría de las islas, surgieron directamente del océano y nunca estuvieron conectadas al continente. Debido a su remota ubicación, los animales que las habitan nunca han interactuado con otras especies y han experimentado su propia evolución. Esto es lo que descubrió Darwin. Al estudiar 13 pinzones diferentes (actualmente denominados pinzones de Darwin), el científico confirmó su teoría. En la Estación de Investigación Charles Darwin de la isla de Santa Cruz, podrá conocerlo todo acerca de sus importantes descubrimientos. También aprenderá que no hay grandes depredadores en las islas. El ratonero se encuentra en la cima de la cadena alimentaria, por lo que la enorme biodiversidad ha permanecido intacta. Debido a la falta de depredadores, los animales también son inusualmente mansos y no tienen miedo cuando se les acercan los visitantes.
Alojamiento en un crucero
Alojamiento de lujo o en medio de la naturaleza
La mayoría de los visitantes de las Islas Galápagos vuelan desde Guayaquil a una de las islas habitadas más grandes y, desde allí, toman un barco para pasar unos días o semanas en la zona. Tenga en cuenta que cada visitante debe pagar una entrada de 100 dólares, que se emplea para conservar la naturaleza. Puede optar por alojarse en el barco o en alguna de las islas. Con ambas opciones encontrará varias posibilidades de alojamiento, desde campings a hoteles de lujo. Otra alternativa es pasar un tiempo como voluntario, por ejemplo, reforestando las tierras agrícolas de la isla de San Cristóbal. Como voluntario, puede ayudar a reemplazar las plantas no nativas con pequeños arbustos y árboles autóctonos de la isla.